jueves, 1 de marzo de 2012
Holy Week (Semana Santa)- Naughty Week (Semana Zangana)
Very true is that the religious fervor emerges in Nicaragua for Easter, but do not interprete this to mean that the entire population spend their time raising prayers and participating in traditional processions. In fact, for most Nicaraguans these dates have a more mundane meaning, less spiritual, it is a time of summer vacation, during which people seek to rest, relax, have fun and "bacanalear" (to celebrate in style big time drinking and eating); that is why Easter is also named the "Semana Zangana" (Naughty Week) by many in Nicaragua.
For the general population, a traditional part of Easter is visiting different resorts in all parts of the country. The inhabitants of cities as in rural areas go to the sea or the beaches during one or more days, Lake Nicaragua, lagoons, or different rivers. It is understandable, considering the tropical summer and extreme heat this time of year.
Usually, especially in the region of the Pacific coast, cities are seen quite empty during the last days of Holy Week. However, generally unpopulated coastal towns are invaded by thousands of vacationers.
The small town of San Juan del Sur is one of the favorite places for Nicaraguan youth to "bacanalear" at Easter. Thousands of visitors from across the country come from the early days.
The hotels are crammed with guests and locals find a good opportunity to get money renting out rooms in their homes, or the whole house.The biggest parties are held on Wednesday.
Along the coast and in other parts of the town, bars and restaurants are filled with visitors and are installed on the beach clubs and scenarios where national and international artists perform. At night (and in the day), there is waste of beer, rum and Latin party. On the day, the beach is host of contests and sports competitions.
Although the bacanal is on a smaller scale, well-visited beaches are also Poneloya Jiquilillo and Miramar.
SEMANA SANTA/ SEMANA ZANGANA
Muy cierto es que el fervor religioso aflora en Nicaragua para la Semana Santa, pero no se interprete esto como que toda la población se la pasa elevando plegarias y participando de las tradicionales procesiones. De hecho, para la mayoría de los nicaragüenses estas fechas tienen un significado más mundano, menos espiritual: es un tiempo de vacaciones de verano, durante las que se busca descansar, relajarse, divertirse y “bacanalear” (hacer fiesta a lo grande); es por ello que la Semana Santa es también nombrada la “Semana Zángana” por muchos en Nicaragua.
Para la población en general, forma parte tradicional de la Semana Santa las visitas a los diferentes balnearios en todos los puntos del país. Tanto los habitantes de las ciudades como de las áreas rurales se dirigen durante uno o varios días a playas en el mar, el lago de Nicaragua, las lagunas o los diferentes ríos. Es comprensible, tomando en cuenta el verano tropical y sus calores extremos en esta temporada del año.
Generalmente, sobre todo en la región de la costa pacífica, las ciudades se observan bastante vacías durante los últimos días de la Semana Santa. En cambio, pueblos costeros generalmente despoblados son invadidos por miles de veraneantes.
El pequeño pueblo de San Juan del Sur es uno de los sitios preferidos por la juventud nicaragüense para “bacanalear” en Semana Santa. Miles de visitantes provenientes de distintos puntos del país llegan desde los primeros días.
Los hoteles se abarrotan de huéspedes y los lugareños encuentran un buena ocasión para hacerse de dinero alquilando habitaciones en sus casas, o la casa completa. Las fiestas más grandes se realizan a partir del miércoles.
A lo largo de toda la costa y en otros puntos del pueblo, los bares y restaurantes están colmados de visitantes y se instalan en la playa discotecas y escenarios en los que se presentan artistas nacionales e internacionales. En las noches (y también en el día), hay derroche de cerveza, ron y fiesta latina. En el día, la playa es escenario de concursos y competencias deportivas.
Aunque el bacanal es en menor escala, playas muy visitadas son también Poneloya, Jiquilillo y Miramar.
Para la población en general, forma parte tradicional de la Semana Santa las visitas a los diferentes balnearios en todos los puntos del país. Tanto los habitantes de las ciudades como de las áreas rurales se dirigen durante uno o varios días a playas en el mar, el lago de Nicaragua, las lagunas o los diferentes ríos. Es comprensible, tomando en cuenta el verano tropical y sus calores extremos en esta temporada del año.
Generalmente, sobre todo en la región de la costa pacífica, las ciudades se observan bastante vacías durante los últimos días de la Semana Santa. En cambio, pueblos costeros generalmente despoblados son invadidos por miles de veraneantes.
El pequeño pueblo de San Juan del Sur es uno de los sitios preferidos por la juventud nicaragüense para “bacanalear” en Semana Santa. Miles de visitantes provenientes de distintos puntos del país llegan desde los primeros días.
Los hoteles se abarrotan de huéspedes y los lugareños encuentran un buena ocasión para hacerse de dinero alquilando habitaciones en sus casas, o la casa completa. Las fiestas más grandes se realizan a partir del miércoles.
A lo largo de toda la costa y en otros puntos del pueblo, los bares y restaurantes están colmados de visitantes y se instalan en la playa discotecas y escenarios en los que se presentan artistas nacionales e internacionales. En las noches (y también en el día), hay derroche de cerveza, ron y fiesta latina. En el día, la playa es escenario de concursos y competencias deportivas.
Aunque el bacanal es en menor escala, playas muy visitadas son también Poneloya, Jiquilillo y Miramar.
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